Una de las experiencias más turísticas de cualquier ciudad es el cambio de guardia, y la capital de Dinamarca no es una excepción. En Copenhague, el cambio de guardia tiene lugar en el Palacio de Amalienborg, que es donde reside la reina Margarita II.
De hecho, la familia real danesa vive en Amalienborg desde finales del siglo XVIII, y para demostrarlo, de vez en cuando salen al balcón a saludar a la gente que espera al cambio de guardia. Esto suele suceder sólo en ocasiones muy espaciales o cumpleaños de algún miembro de la familia real.
. El Palacio Real Amalienborg es la residencia de invierno de la familia real en Copenhague y es considerado como una de las mejores piezas de la arquitectura danesa.
Se trata de un complejo compuesto por cuatro mansiones de estilo rococó que está ubicado de forma octogonal sobre la Plaza Amalienborg. Cada uno de sus edificios se orienta hacia el centro, en el que se erige la estatua del fundador, el rey Federico V.
Fue construido a mediados del siglo XVIII por el arquitecto Nicolai Eigtved, y si bien durante sus primeros años funcionó como vivienda de familias nobles, en 1794 se convirtió en residencia real. El conjunto se compone por el Palacio Moltke, primer edificio designado a los reyes daneses y en el que vivió Christian VII; el Palacio Levetzau, donde vivió Federico de Dinamarca hasta el 2004; el Palacio Brockdorff, residencia de la reina Ingrid de Suecia hasta el 2000; y el Palacio Schack, emplazado cerca del paseo marítimo y de los Jardines Amelie. Los únicos que se encuentran abiertos al público son Moltke y Levetzau, disponiéndose en el primero un atractivo museo que alberga la colección real de la dinastía Glücksburg.
En cuanto al cambio de guardia, debéis saber que los soldados salen a las 11:30 del Castillo de Rosenborg. Desde allí se dirigen muy solemnes a Amalienborg, donde llegan media hora después para dar descanso a sus compañeros.
Como suele pasar en este tipo de actos, todos los soldados marchan serios y solemnes a toque de tambores y cornetas. El cambio de guardia es bastante largo y los soldados van dando vueltas a la plaza y a la gran estatua ecuestre de Federico V que preside la misma.
La guardia real danesa viste con casacas azules, aunque estas se tornan rojas cuando la ceremonia es de gala. Luego comprobaréis que los soldados vestidos de rojo son uno de los símbolos de la ciudad gracias al cuento del Soldadito de Plomo de Hans Christian Andersen. Nosotros nos trajimos uno en forma de souvenir.
Si tu destino es Copenhague, la recomendación es reservarte un día para asistir a partir de las 12:00 de la mañana a las puertas de Amalienborg y disfrutar del atractivo espectáculo gratuito que cada día dan los soldados de la Guardia Real danesa. Si coincide con la presencia de la reina en el palacio también podrás ver la banda musical.
Lo dicho, si visitáis Copenhague, tenéis una cita con el cambio de guardia en el Palacio de Amalienborg. No esperéis ser los únicos visitantes, pues la expectación es enorme.
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